domingo, 12 de julio de 2009

Entonces

Entonces habrán pasado los días nublados,
con sus lluvias correspondientes.
Millones de mates se habrán lavado.
Tal vez los años y sus avatares,
se interpongan entre nosotros y nuestros ojos
verdes y marrones,
nuestros ojos
y nosotros
Tal vez, navegando,
nos encontremos con las estelas que nuestras naves dejaron,
un día,
cuando pasaron por allí.

Puede ser que un libro, o un poema o una canción
o quién sabe qué,
nos sacuda,
anunciando el arribo
a la vieja estación,
donde los olores, los sabores, y los colores
nos recuerden
lo que fuera el amor,
aunque recién entonces lo sepamos.

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