sábado, 14 de mayo de 2011

Helicóptero



Esta semana empezaron las clases y por fin entré en primer grado. Conozco a casi todos mis compañeros y es porque la mayoría fueron amigos míos de la sala de cinco. Yo me moría de ganas de empazar. Ahora que estoy en la primaria podemos entrar en la sala de computación que está en el piso de arriba de todo, hay que subir como cuatro pisos pero no me importa porque estuve esperando todo el año para entrar por esa puerta metálica. Una vez cuando los chicos de la primaria entraban yo me asomé y vi todas las computadoras. Una fila larga de computadoras, una al lado de la otra. Parecía una nave espacial de la guerra de las galaxias. Todavía te falta un año" me dijo uno de los chicos de tercero, me empujó para afuera y me cerró la puerta en la cara.

Pero ahora ya nadie va a impedir que entre y me siente en una de las máquinas. Cuando el maestro nos dijo que teníamos computación y nos pusimos como locos de contentos yo tenía ganas de ponerme a saltar arriba de las mesitas del aula, se llaman pupitres.

Cuando entramos, Javier le preguntó al profe qué era eso que estaba colgado del techo. Son hélices, dijo el profe. Todos nos quedamos con la boca abierta. ¿no son ventiladores de techo? Preguntó Javier poniendo esa cara que pone siempre cuando no te quiere creer algo. El profe dijo que no, que son hélices y que además si cada uno se sienta en una computadora y escribimos helicóptero y apretamos al mismo tiempo la tecla que dice enter, que tiene una forma rara y es más grande que las otras, entonoces empiezan a dar vueltas y el colegio sale volando todo entero.

Corrimos a sentarnos de a dos en las computadoras y empezamos a escribir una tecla y después otra hasta que completamos toda la palabra. Algunos se copiaban de mí porque casi nadie sabe escribir, yo sí porque me enseñó mi hermana mayor que ya está en quinto grado. Primero la e, después la l, la i; las hélices empezaron a dar vuelta muy despacito y algunos se pusiero a gritar, está funcionando, está funcionando, pero con esa velocidad no ibamos a despegar porque la escuela es muy pesada. Después puse la c, la o y la p; ahí las hélices empezaron a tomar más velocidad, el profe recostado contra el marco de la puerta miraba entusiasmadísimo. Me apuré a poner la t, la e y la r y recién en ese momento las hélices empezaron a girar muy rápido, tanto que los papeles de la impresora salieron volando para todos lados y se escuchaba el ruido del motor, parecía que ya la escuela se levantaba. Puse la o y verifiqué en la pantalla: "elicoptero". Todos habíamos terminado. El profe contó hasta tres para que apretaramos enter al mismo tiempo: uno, dos y ... tres. Enter. Tocó el timbre y las hélices se apagaron de golpe.

Bajamos al recreo desilusionados. Cuando llegué a mi casa le conté a mi papá lo que había pasado y no sé de que corno se reía, pero me dibujó uno y debajo del dibujo escribió HELICÓPTERO. Ahí me dí cuenta de todo, qué tarado que fui.

No veía la hora de que llegara el lunes para compartir con todos lo que había descubierto. Hoy a la mañana, después de saludar a la bandera, cuando subimos al aula y cada  uno contó lo que había hecho durante el fin de semana yo le dije a todos: "Ya sé por qué no funcionó lo de las hélices, porque hicimos todo mal, helicóptero va con una h adelante de todo y con una rayita arriba de la o".

5 comentarios:

Vera dijo...

hermoso y dulce

Dario Kullock dijo...

Muchas gracias, me haces sonrojar

Leandro Lama dijo...

Muy bueno Dari! Que buena el aula de computación!! los gabinetes esos de chapa!

silvia dijo...

Tu cuento me trajo gratos recuerdos.

Dario Kullock dijo...

Gracias amigos.