Pedro camina distraídamente por el patio de su casa, camina mientras lee y lee mientras camina. En ese
mismo momento, domingo por la mañana, y en ese mismo espacio físico, el patio de su casa, su hija
juega en el piso a construir una torre con bloques de madera que luego derriba desparramando los
bloques por el piso.
mismo momento, domingo por la mañana, y en ese mismo espacio físico, el patio de su casa, su hija
juega en el piso a construir una torre con bloques de madera que luego derriba desparramando los
bloques por el piso.
Por eso Pedro mientras lee y camina, esquiva los bloques que se interponen en el camino. En ese ir y venir por el patio con el libro, su pié se apoya sobre la pequeña mano de su hija y ésta, lógicamente se pone a llorar. Pedro, acongojado, le pide perdón una y otra vez mientras trata de consolarla y su hija le responde: “No te puedo perdonar, papá, ¿no ves que todavía me duele?”
2 comentarios:
Ey! Me gustó mucho tu artículo ("El Beso") en la Oblogo 54. MUY BUENO!
Saludos!
Muchas gracias. Un abrazo
Darío
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