lunes, 3 de agosto de 2009

Bíblico VI

Dios creó a un hombre y luego a una mujer y les prohibió comer la fruta del árbol de la sabiduría. Crecieron, ese primer hombre y esa primera mujer, ignorantes y obedientes, sin percatarse el uno de la desnudez del otro y tampoco de la propia. Y llegaron a viejos sin tener ni un hijo, ni un sexo y fue por eso que la especie no prosperó.
Entonces Dios se vio obligado a crear dos nuevos ejemplares. Esta vez tuvo la precaución de hacerlos más sabios y por suerte mucho más desobedientes.

2 comentarios:

Fede dijo...

jajaj, genial!

Entonces el famoso "pecado original" era de Dios, el error de crear un primer adán (digamosle roberto) y una primera eva (ernestina, por decir un nombre) bastante tontos.

Al próximo bautizado hay que decirle que tire el agua para arriba al grito de "es para vos diosito!"

Sergio Muzzio dijo...

¡Muy bueeeno! Oiga, venía a felicitarlo por el premio de Oblogo (soy el otro ganador, mucho gusto), pero veo que hace rato no actualiza, así que lo felicito acá, total capaz que ni lo lee...