lunes, 2 de noviembre de 2009

Papel reciclado

Con nueve años Julián conoció a su primera novia, una compañera de la escuela que se sentó junto a él desde el primer día que entró en el aula hasta el último de la primaria. No volvieron a verse ya que la familia de ella viajaba a España, donde el padre había conseguido un buen empleo. En su última carta ella le confesó su cariño y adornó su despedida con un pequeño retrato suyo, “para que te acuerdes de mi cara” agregó debajo del dibujo, a modo de epígrafe.
Los años se deslizan y, como suele pasar a lo largo de una vida, Julián se muda y como suele pasar en las mudanzas, algunas cosas se pierden y la carta de Paula se perdió.
Muchos años después, abrumado en una oficina y sentado detrás de un escritorio, Julián recuerda a Paula en un arrebato melancólico. El año recién empieza y él está desenvolviendo la agenda nueva con tapa de cuero ecológico y hojas de papel reciclado, que acaba de comprar.
Mientras anota un compromiso descubre, bajo la tinta de sus anotaciones, la cara dibujada de Paula sobre uno de los trozos mal deshechos que componen el papel reciclado de su agenda nueva. Julián ya no está escribiendo nada y lee en su agenda una y otra vez, incrédulo. “Para que te acuerdes de mi cara” dice Paula con letra femenina e infantil desde la primera página de su agenda nueva.

2 comentarios:

Ignatius dijo...

Que lindo cuando nos suceden pequeños milagros!

Szarlotka dijo...

Es muy tierno : )

Qué bueno que me hayas invitado a leerlo. Me gustó mucho.

Saludos