miércoles, 2 de marzo de 2011

Inspiración

Tengo la lapicera en la mano, estoy esperando que me ocurra algo digno de ser escrito. Creo que mientras esté sentado acá no me va a pasar nada.


Pasó un tiempo prudencial. No sé a ciencia cierta qué es un tiempo prudencial. Sé medir el tiempo, para eso me compré un reloj, pero con la prudencia se me hace difícil. Le pregunté a mi hermano y dijo que el tomate había aumentado. Lo tomaré como un sí.

Saldré de casa para ver si me pasa algo.
...
Ya estoy de vuelta. No me pasó nada. Tal vez tenga que dedicarme a otra cosa, estoy pensando en las ventajas de hacer hidroponía.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y a veces ocurre. Te recomiendo un paseito en subte, allí se ve de todo, una chica se desmaya al lado mio y la gente sigue entrando y saliendo como si ella allí tirada fuera otra cosa de esas descartables que nos rodean, alguien espontaneamente me presta un sacapuntas para que yo pueda continuar subrayadando un epistolario de García Lorca que iba leyendo, se escuchan íncreibles conversaciones a través de celulares...en fin un mundo lleno de fuentes de inspiración.
Un saludo

Viejex dijo...

Aceptemos que puede medir el tiempo. Pero se anima a decir qué es? Ojo, varios sabios han fracasado en el intento. Mire esto

http://forteza.sis.ucm.es/profes/juanfran/crono/filosofia_tiempo.htm


Uf, ¿encontró algún buen curso de hidroponia?

Dario Kullock dijo...

eslabón y pedernal: se agradece el punto de partida para el post que sigue. Un abrazo
Viejex: empecé a leer el link que usted me pasó y querría comentarle algo al respecto pero hay tanta información que tendrá que esperar un tiempo. Sé medirlo pero ahora me doy cuenta de que no sé qué es. Es más, me pregunto cómo es que se puede medir algo que no se sabe lo que es.