jueves, 3 de marzo de 2011

EN EL SUBTE

Ayer, siguiendo los consejos de “eslabón y pedernal” (ver comentario en el post anterior) fui a pasear en subte en busca de aventuras, de historias inspiradoras. Me senté junto a la ventanilla, me gusta apreciar el paisaje cuando viajo.

Las vacas no pastaban en ninguna pradera, grupos de árboles recortados sobre un cielo celeste nunca pasaron ni a un lado ni al otro del tren. Señores, tengo una nueva frase “más monótono que ventanilla de subte”. Se me ocurrió entonces el siguiente invento: un proyector de paisajes para ventanillas de trenes. Uno podría colocar unas monedas en la ranura correspondiente a la ventanilla propia, elegir en un menú de posibilidades (por ejemplo: paisaje pampeano, costa de un río, montaña, ciudad gótica, metrópolis, paisaje intergaláctico, etc.) y disfrutar de un viaje con una vista maravillosa.

Después de ir y venir de una punta a la otra del subte B, salí a caminar por los vagones para buscar a la mujer desmayada. No la encontré, debe estar en otra línea.

Me puse a escribir en un cuaderno el borrador de lo que ahora está usted leyendo pero al rato me quedé sin punta. A continuación me quedé esperando a que algún señor o señora viniese a ofrecerme un sacapuntas pero no sucedió. Evidentemente está en otra línea, es probable que en la misma línea en la que está la mujer desmayada, ofreciéndole un sacapuntas.

Se me ocurre que se podría fundar un grupo de sacadores de puntas que circulen por todas las líneas de subte. Sería muy útil, al menos para mí y para la autora de “eslabón y pedernal”, el mismo grupo podría al mismo tiempo ocuparse de socorrer a mujeres desmayadas.

En fin, volví a casa y aunque no encontré algo extraordinario, al menos se me ocurrió la gran idea del proyector de ventanillas, que podría ser muy redituable si me pusiera a desarrollar. Sólo necesito alguien que esté dispuesto a invertir en esta idea. Mientras tanto seguiré viajando en el tren que corre por sobre la superficie.

3 comentarios:

GL dijo...

Me encantó tu idea Darío! Me imagino estar entre los miradores de ojito que viajan parados. Un beso!

Anónimo dijo...

Jajaja. Genial.
Me alegra haber sido útil en tu inspiración para un post aunque tu experiencia haya sido del todo diferente. De cualquier modo creo que el paisaje humano del subte dice mucho, cuenta mucho y a veces resulta interesante.
Buenisimo el invento del paisaje virtual!
Un beso

Anónimo dijo...

Dicen que no hay dos sin tres, así que mi post de hoy continúa la saga del subte. Te invito, si querés, a que abandones por un rato el tren de superficie.
Saludos