Hace muchos años tuve un alumno particular, los padres, destinaban una importante suma de dinero a proporcionarle una psicóloga, una psicopedagoga, un profesor particular (yo) y un colegio privado.
Las pocas luces del niño preocupaban a sus padres que estaban dispuestos a todo tipo de sacrificios para que su educación le proporcionara las herramientas necesarias para su subsistencia. Luego de un infructuoso esfuerzo de mi parte y también de parte de mi alumno, y sin haber conseguido resultados alentadores, llegué a la siguiente conclusión.
La mejor estrategia para asegurarle un pasar, no lujoso pero al menos cómodo, sería ahorrar todo ese dinero y preparar una renta para el niño.
Presenté entonces una argumentación para respaldar mi conclusión.
Veamos los gastos mensuales:
Psicopedagoga ---------------- $ 600
Psicóloga ----------------------$ 600
Docente particular -------------$ 400
Escuela privada -------------- $ 1500
Total -------------------------$ 3100
En un año se multiplica por doce, es decir: $ 37.200
Si calculamos los tres años que le quedan de escuela primaria más los cinco de escuela secundaria y otros cinco de alguna universidad privada, lo cual da un total de trece años, el monto sería de $ 483.600.
Si le agregamos los traslados a la escuela y a los diferentes consultorios, digamos $5 por día, multiplicado por 365 y luego por 13, tenemos $23725
Si, además tenemos en cuenta los uniformes, mochilas, útiles, libros, cuadernos etc. que a ojo de buen cubero supongamos que implican un gasto de $5000 anuales, o sea un total de $65000 a lo largo de esos trece años.
FINALMENTE EL TOTAL AHORRADO SERÍA DE $572.325
Hice esta presentación a la familia, los números eran contundentes. El niño a sus 23 años tendría un departamento, una cantidad de dinero dando intereses en alguna inversión bancaria y dos o más kioscos que le proporcionarían un ingreso importante. No hay que olvidar que además los años de esfuerzo vano habrían terminado tanto para mi alumno (que dejaría de serlo) como para ellos.
Es verdad que perdí un alumno, pero hoy tengo un trabajo tranquilo atendiendo un quiosco sobre la avenida Corrientes, mi ex alumno y actual patrón me paga un buen sueldo y puedo comer todos los alfajores que quiera, no me puedo quejar.
Las pocas luces del niño preocupaban a sus padres que estaban dispuestos a todo tipo de sacrificios para que su educación le proporcionara las herramientas necesarias para su subsistencia. Luego de un infructuoso esfuerzo de mi parte y también de parte de mi alumno, y sin haber conseguido resultados alentadores, llegué a la siguiente conclusión.
La mejor estrategia para asegurarle un pasar, no lujoso pero al menos cómodo, sería ahorrar todo ese dinero y preparar una renta para el niño.
Presenté entonces una argumentación para respaldar mi conclusión.
Veamos los gastos mensuales:
Psicopedagoga ---------------- $ 600
Psicóloga ----------------------$ 600
Docente particular -------------$ 400
Escuela privada -------------- $ 1500
Total -------------------------$ 3100
En un año se multiplica por doce, es decir: $ 37.200
Si calculamos los tres años que le quedan de escuela primaria más los cinco de escuela secundaria y otros cinco de alguna universidad privada, lo cual da un total de trece años, el monto sería de $ 483.600.
Si le agregamos los traslados a la escuela y a los diferentes consultorios, digamos $5 por día, multiplicado por 365 y luego por 13, tenemos $23725
Si, además tenemos en cuenta los uniformes, mochilas, útiles, libros, cuadernos etc. que a ojo de buen cubero supongamos que implican un gasto de $5000 anuales, o sea un total de $65000 a lo largo de esos trece años.
FINALMENTE EL TOTAL AHORRADO SERÍA DE $572.325
Hice esta presentación a la familia, los números eran contundentes. El niño a sus 23 años tendría un departamento, una cantidad de dinero dando intereses en alguna inversión bancaria y dos o más kioscos que le proporcionarían un ingreso importante. No hay que olvidar que además los años de esfuerzo vano habrían terminado tanto para mi alumno (que dejaría de serlo) como para ellos.
Es verdad que perdí un alumno, pero hoy tengo un trabajo tranquilo atendiendo un quiosco sobre la avenida Corrientes, mi ex alumno y actual patrón me paga un buen sueldo y puedo comer todos los alfajores que quiera, no me puedo quejar.
2 comentarios:
Eso es visión de futuro! y lo mejor es que es una visión totalmente libre de preconceptos y exitismos.
Al pan, pan...
Saludos
y al vino, vino.
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