jueves, 4 de noviembre de 2010

Sin computadora


A principio de año una inundación se llevó mi computadora. No digo literalmente, cuando el agua se fue de mi casa nuevamente hacia la calle y luego tomó por el arroyo Maldonado para ir finalmente al Río de la Plata, mi computadora seguía en el mismo sitio pero ahora chorreando algo de óxido junto con varios archivos en forma de agua sucia.
Con el tiempo me recuperé de las pérdidas y me dispuse a esperar que el gobierno de la ciudad reintegre algo del capital perdido. Compré una nueva computadora y voilví a escribir regularmente para este blogg.
Hace algunas semanas, volvíendo a casa a la noche, mientras buscaba las llaves enntre las porquerías que siempre andan sueltas por mi bolsillo descubro que algún alma caritativa tuvo la previsión de dejarme la puerta abierta. Entré entonces en casa y noté casi inmediátamente la ausencia de mi nueva computadora, luego fuí a buscar el dinero que tenía ahorrado para las vacaciones, dispuesto a comprarme nuevamente una computadora, pero tampoco lo encontré.
Por eso hago un llamado a la solidaridad a aquella persona que tan amablemente me abrió la puerta ahorrándome el trabajo de hacerlo yo, que probablemente haya confundido mi computadora con la suya (al fin y al cabo son todas muy parecidas) que además confundió mis billetes con los suyos (al fin y al cabo son todos muy parecidos) cuando se dé cuenta de su múltiple confusión, lo espero en casa para que me devuelva lo que se llevó (el pobre debe estar con un montón de computadoras y billetes sin saber dónde ponerlos). No se preocupe por avisarme, la puerta ya quedó abierta, sólo entre y deje las cosas donde las encontró, deje la puerta abierta al salir, yo la cierro cuando vuelva de escribir esto en el ciber. En caso de que no le llegue el mensaje tendré que seguir volviendo a este ciber para pasar al blogg todo lo que estoy escribiendo en mi viejo cuaderno de hojas cuadriculadas y que se está acumulando por falta de computadora y tiempo.
Un abrazo para todos y si pasan por mi casa (es la que tiene la puerta abierta) entren y tomen algo, la casa invita y yo también.

4 comentarios:

La lectora dijo...

Este texto es genial, Darío. Es una excelente forma de contar algo horrible.

Anónimo dijo...

Qué grande, Darío!
Siempre te tomás así las adversidades que te genera el prójimo?
(De cualquier modo, espero que esos prójimos que dejaron tu puerta abierta no te lean..., no sea que se sientan tentados de volver.)
Diana (aunque arriba diga "anónimo").

Dario Kullock dijo...

gracias, Lectora y gracias anónimo (aunque abajo diga Diana)

Anónimo dijo...

q feo lo que te pasó Dario, pero q genial que puedas expresarlo de manera tan divertida, sin insultos, sin pedir cosas exageradas, muy buen texto. imagino que la primer reaccion al ver las consecuencias de tan amable visita, fue un poco mas explosiva, pero de todas maneras muy bueno lo q escribiste.
en realidad muy bueno todo lo q escribis! :)
vero.-