Con el tiempo, el tiempo dejó de ser tiempo y el hombre se hizo eterno. El tiempo desapareció, tal vez como consecuencia de la eternidad humana ¿para qué medir lo inconmensurable?
Los objetos dejaron de existir y sólo quedaron las palabras pero con el transcurrir de las eternidades las palabras ya sin significantes perdieron su significado y sólo quedó el pensamiento. Un pensamiento sin palabras, indecible e incontable y entonces el hombre infinito llegó a su fin.
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