PRÓLOGO DE DIEGO GOLOMBEK AL LIBRO "DIOS Y OTRAS IRONÍAS"

El siguiente es el prólogo que hizo a mi nuevo libro. El mismo se puede conseguir en "Crómático" Velazco 966 o por pedirlo en dariokullock@gmail.com

De dioses, hombrecitos e ironías

Hay algo que sólo se alcanza en la extrema brevedad de la literatura, cierta zozobra que requiere de la mirada del otro – del lector – para ser completada, para otorgarle un verdadero sentido. Así, los cuentos breves – y en especial esa reducción extrema de los microrrelatos – se constituyen en un género mayor, pero sólo cuando son traspasados por otros ojos, otras imaginaciones.

Tal vez una metáfora adecuada sea recordar al Gran Maestre Hitchcock cuando comentaba algunas de sus escenas. Decía don Alfred que a él le interesaban ciertos planos, como una figura detrás de una puerta y que la cámara sólo llega a sugerir, dejando después un vacío que obliga al espectador a estirarse en su silla, a retorcerse para llegar a ver qué hay del otro lado. Y es en ese vacío – la persona que no está y que nos obliga a imaginarla– donde ocurre el cine. Quizá sea el mismo abismo donde termina de moldearse la literatura, una oscuridad que el lector llenará como más le plazca.

Y como prueba, allí están los cuentos, cuentitos y cuentopos de Darío Kullock, obligándonos al placer de descubrir y consumar lo que se dice y lo que se oculta. Paseamos por la biblia y por la biología, por el eterno juego de las palabras y por la lógica, por los personajes más inverosímiles y los que podemos encontrar en cualquier café, esperando ser contados para despertarse y salir a pasear por el mundo. Pero es bueno recordar que algunos de estos textos de Darío también pasearon por el mundo efímero de los dígitos y las pantallas, para llegar a la vida eterna del papel y la tinta, de los estantes y los ojos – y que esto es siempre una buena noticia.

Es que finalmente la vida – esa ironía – termina por volverse un poco más real cuando se vuelve literatura, cuando se desdibuja la sombra entre las letras, los dioses y los hombres. Pasen y lean, que aquí se construye el universo – o al menos un universo que vale la pena.

Diego Golombek